domingo, 10 de noviembre de 2013

Mi Buenos Aires querido…

Hola P.,
tienes que venirte ya a pasear por las calles de Buenos aires, como dice el genial Astor Piazzolla, en su tango “Balada para un loco”: “Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese que sé yo”. Pero así y todo intentare describirte mí, ahora, amada Buenos Aires.

La ciudad esta levantada a espaldas del Río de la Plata, esta de más decir que es hermosa la ciudad, capital de Argentina, tiene de todo y para todos. Tiene todo con lo que puede soñar un turista, si sos amante de la cultura podes visitar cientos de bellos museos como Bellas Artes o el Palias de Glace, ir a escuchar tango y por que no aprender Tango y sacarle viruta al piso como dicen los viejos maestros. Por la avenida Corrientes, una de las arterias de Buenos Aires, entre el mar de gente que camina por ahí los fines de semana, se pueden encontrar cientos de espectáculos y cientos de Teatros, desde teatro de Revista, con despampanantes mujeres y capo cómicos hasta grandes monólogos de humoristas conocidos pasando por el mejor teatro dramático. Pero esa no es la intención si pasas por Buenos Aires, si venís, es para divertirte y pasarla bien. ¡¡¡Se respira en el aire las buenas vibraciones, por algo de llama: Buenos Aires!!!

No podes dejar de disfrutar los manjares típicos que se comen acá, como las riquísimas empanadas, las deliciosas pizzas o sin dudas la comida mas rica y típica del País, los deliciosos asados, te aseguro que nunca comerás carne asada mas rica que acá, te lo aseguro y hasta te lo apuesto.

Pero sin dudas lo mejor del País son las mujeres, ah pequeño, porque acá se dice así, con ñ, si vieras las mujeres que hay y lo mejor es que las disfrutas por todos lados, rubias, morochas, pelirrojas, y no hace falta que sean modelos, la mujer Argentina es una de las mas lindas del mundo, y no lo digo yo, lo dice todo el mundo, así como las italianas, pero ese es otro tema.

Para pasear no puedes dejar de conocer San Telmo, el barrio mas antiguo de la ciudad, con casas viejas y de techos bajos, sus calles de adoquines, sus calles cortas y disparejas, se huele el tango en cada esquina, esta lleno de negocios de antigüedades, con viejas rocolas y discos de vinilo que ya no se encuentran. Y que libros se pueden encontrar si buscas bien!!! Originales de Borges y hasta del mismísimo Sábato. No te puedes perder la Iglesia Ortodoxa Rusa y el pasaje Defensa, que representa a la vieja Buenos Aires colonial. La virtud del barrio está en aquellos lugares tan interesantes que se descubren mientras se camina.

Así como puedes pasear por San Telmo, a pocas cuadras esta La Boca, barrio donde fue fundado el primer puerto de la ciudad, conocido entre otras cosas por la Calle Museo Caminito, los artistas en la calle, el Tango, el viejo riachuelo con algunos barcos todavía, el museo sobre la vida y obra de Quinquela Martin y sus famosos cuadros sobre los barcos que vio venir de Europa desde que era chico y como olvidarme de la bombonera, mítico estadio del club de fútbol de Boca Júnior, equipo conocido como “la mitad mas uno” dando a entender que la mayoría Argentina son de ese club. Te gusta el fútbol pequeño??? Porque acá se encuentra el fútbol en cada bar, en cada equina y en cada rincón, donde quiera que haya una televisión y haya un partido va a haber miles de personas mirando y comentando el partido y donde haya una pelota y un par de niños se arma un partidito de fútbol. Alguna vez, el famoso técnico de la Selección Argentina dijo: “Dirigir Argentina es difícil, son 37 millones de técnicos con los que se tiene que convivir día a día”.

Tantas cosas para hacer y a mi que se me acaban los días para pasear. Hoy, Recoleta. Uno de los barrios mas lindos y codiciados para vivir. Le debe el nombre al Convento de Padres Recoletos que luego se convirtió en un hospital de sangre, un cuartel y, por último, en un asilo de ancianos. Hoy alberga un centro cultural y está ubicada entre un complejo comercial de diseño y la iglesia Nuestra Señora Del Pilar. Contiguo a ésta, se halla el Cementerio de la Recoleta, considerado el más importante del país por la arquitectura de sus monumentos y bóvedas, más de setenta de las cuales han sido declaradas Monumento Histórico Nacional. Plaza Francia es su centro, una plaza enorme, con una feria artesanal bellísima, con bellos árboles, espectáculos de artistas callejeros, se puede escuchar un buen rock, o hasta jazz. Comer un rico pancho, hot dog como le dicen en Estados Unidos, o una manzana acaramelada con pochocho son típicos los puestos que se ven. Ya que estas por el Barrio te recomiendo que no te pierdas del Malba, museo de arte Latinoamericano.

Tantas cosas por hacer y se me acabaron los días, me falto por recorrer el centro y su famosísima calle Florida, la Catedral y la casa de Gobierno Rosada, Puerto Madero, sus restaurante y sus lujos de el barrio mas nuevo de la ciudad, Avenida de Mayo, la primera avenida de la ciudad con sus mágicas fachadas, donde atesoran historias y figuras importantes del pasado y Parque Lezama, historiadores suponen que este fue el lugar del primer asentamiento de la ciudad y tantas cosas mas.

Por ultimo, si llegas a venir a Buenos Aires, te acordaras y me agradecerás toda tu vida por los bellos momentos que seguro pasaras.
Fukerito.

lunes, 4 de noviembre de 2013

MARRAKECH. 1000+1

Hola, bruji,

Supongo que definir a Marrakech con el epíteto de 1000 más 1, cuanto menos te sorprenderá, pero es que recorrer los muchos rincones de esta ciudad es recorrer cada uno de los cuentos de las mil y una noches con toda su magia oriental, y esas noches no dejan de ser la sombra de esas mil y una palmeras que rodean esta ciudad con apariencia de un gran oasis.

El punto de partida y también centro neurálgico, aunque en Marrakech la palabra prisa no consta en ningún diccionario, es la mítica plaza de Djemmá el-Fná, y el primer contacto con ella podría ser uno de los restaurante-terraza que hay en ella, no son caros y esa vista desde arriba merece la pena, sobre todo la marea de gentes y el espectáculo multicolor que va cambiando en cada momento del día. Si la queremos ver en sito, veremos que por la mañana está llena de mil y un puestos de comida y de ricos zumos de naranja que exprimen delante de ti, de encantadores de serpientes que te ofrecerán por muy pocos dirhams la foto de tu vida con una peligrosa cobra colgada de tu cuello (si te niegas es probable que alguno de ellos, los hay, como en todas partes, con honradez limitada, te la pongan igual y te extorsionen pidiéndote algo de dinero por quitártela), aguadores, que son más atractivo turístico que saciadores de sed, y mil y un entretenimientos más. Según va pasando el día van desapareciendo los puestos de comida para dejar paso a músicos, saltimbanquis... que nos harán vivir un auténtico mercado medieval en pleno siglo XXI. Por la noche, vuelven a surgir los puestos de comidas con sus mil y un olores y ya desaparecerán las serpientes, en las horas de oscuridad muy peligrosas incluso para sus amos. Huelga decir que a las 5 de la tarde, sólo quedan turistas.

La plaza Djemmá el-Fná es prácticamente la puerta del zoco, mil y una callejuelas donde hay mil y una tiendas y donde nos perderemos mil y una veces si no vamos acompañados de alguien que nos guíe. Es un mundo aparte, calles muy estrechas, casi todas entoldadas para resistir el insoportable calor del día, y para poner farolas que iluminen la noche, es un mundo de mil y un colores, mil y un olores y mil y un sabores. Especias, madera tallada, alpaca o placa, ungüentos de belleza, alfombras, el inevitable cuero y todo ello artesano... como puedes ver, el zoco es algo así como un hipermercado medieval, pero nada impersonal como los hipermercados occidentales, es un mundo lleno de humanidad, donde la compra no es consumismo, es arte, y es inevitable el ejercicio del regateo, donde si lo haces bien, después de mil y una discusiones, es muy probable que te obsequien con un té moruno con todo su ritual, que consiste en tres vasos, porque el té verde con hierba buena marroquí se toma en vaso, el primero sin azúcar, amargo como la vida, el segundo dulce como el amor, y el tercero muy dulce como la muerte. Si con esta actividad aún no quedamos lo suficientemente relajados, siempre nos quedan los baños turcos, que hay varios por las cercanías.

Si te quieres ir por el ámbito cultural también tienes para dar y tomar, varios monumentos Patrimonio de la Humanidad y varios palacios y jardines de ensueño como los de las Mil y una noches, pero sin duda lo que más nos va a llamar la atención es la alargada sombra de los 70 metros del minarete de la mezquita de la Koutubia, hermano gemelo de la Giralda sevillana.

Lo dicho, si quieres dejar atrás las 1000 y 1 preocupaciones de la vida diaria, en esta bonita ciudad conseguirás sin prisa un rápido cambio de chip.